domingo, 31 de mayo de 2015

CÓDIGO DE ÉTICA de la IFLA para BIBLIOTECARIOS y otros TRABAJADORES de la INFORMACIÓN



Los bibliotecarios de todo el mundo somos muy conscientes de las implicaciones éticas de nuestra profesión y por ello las distintas asociaciones han venido desarrollando códigos de ética nacionales en más de 60 países, pero carecíamos de un código deontológico consensuado a nivel internacional. Otras profesiones relacionadas con la nuestra, como archivistas y profesionales de museos ya disponían de sus códigos internacionales de ética, elaborados por la ACI (Consejo Internacional de Archivos) y el ICOM (Consejo Internacional de Museos), pero hasta ahora la IFLA y los bibliotecarios no contaban con un documento similar.

A lo largo de 2011 y en estos primeros meses de 2012, un grupo de trabajo ha redactado y realizado amplias consultas sobre un proyecto de código internacional de ética para bibliotecarios. Cientos de miembros de la IFLA han recibido su borrador y han aportado correcciones, elaborando una versión final para su aprobación por parte de la Junta de Gobierno de la IFLA, realizada finalmente en agosto de 2012.

Les ofrecemos a continuación una traducción de ese Código de Ética de la IFLA para bibliotecarios y otros trabajadores de Información, realizada desde biblioasturias.com, a la espera de la realización de su versión oficial en español:

 Código de ética IFLA para bibliotecarios y otros trabajadores de la información

 PREÁMBULO
El presente Código de Ética y Conducta Profesional se ofrece como una serie de proposiciones éticas para orientar a los bibliotecarios individuales, así como otros trabajadores de la información, y para la consideración de las Asociaciones de Bibliotecarios y otros profesionales de la Información a la hora de crear o revisar sus propios códigos.

Las funciones de este código de ética pueden describirse como:
• promover la reflexión sobre los principios con los que los bibliotecarios y otros trabajadores de la información pueden establecer políticas y afrontar dilemas
• la mejora de la auto-conciencia profesional
• proporcionar transparencia a los usuarios y la sociedad en general.
Este código no pretende sustituir a los códigos existentes, o eliminar la obligación de los colegios profesionales a desarrollar sus propios códigos a través de un proceso de investigación, consulta y redacción cooperativa. No se espera ni es preceptivo el pleno cumplimiento del mismo.

Este código de ética se basa en las cláusulas de los principios fundamentales descritos en este preámbulo para proporcionar un conjunto de sugerencias de conducta para los profesionales. IFLA reconoce que, si bien estos principios fundamentales deben permanecer en el centro de dicho código, sus detalles podrán variar en función de la sociedad a la que sirvan, de la comunidad real o comunidad virtual. Realizar este código es una función esencial de cada asociación profesional, al igual que la reflexión ética es una necesidad para todos los profesionales. La IFLA recomienda el Código de Ética para la IFLA a todas sus asociaciones e instituciones miembros así como a los bibliotecarios y trabajadores individuales de la información.

IFLA se compromete a revisar este código cuando sea apropiado.

 1. ACCESO A LA INFORMACIÓN

La misión principal de los bibliotecarios y otros trabajadores de la información es garantizar el acceso a la información para todos los posibles usuarios, para el desarrollo personal, la educación, el enriquecimiento cultural, el ocio, la actividad económica y la participación informada, así como para la mejora de la democracia.

Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben evitar la negación y la restricción del acceso a la información y las ideas, particularmente cuando se realiza a través de la censura ya sea por los estados, gobiernos o instituciones de la sociedad religiosa o civil.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información que ofrecen servicios al público deben hacer todo lo posible para ofrecer el acceso a sus colecciones y servicios libres de costo para el usuario. Si las cuotas de afiliación y las cargas administrativas son inevitables, estos deben ser las más bajas posible, tratando de encontrar soluciones prácticas para que las personas socialmente desfavorecidas no queden excluidas.

Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben promover y difundir sus colecciones y servicios para que los usuarios y usuarios potenciales sean conscientes de su existencia y disponibilidad.

Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben utilizar los medios más eficaces para hacer que el material sea accesible a todos. A tal efecto, deben tratar de garantizar que los sitios web de las bibliotecas y otras instituciones de información cumplan con las normas internacionales de accesibilidad y que el acceso a los mismos no esté sujeto a barreras. 

2. RESPONSABILIDADES HACIA LAS PERSONAS Y LA SOCIEDAD

Con el fin de promover la inclusión y erradicación de la discriminación, los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben asegurar que no sea negado el derecho de acceso a la información y que los servicios ofrecidos sean equitativos para todo el mundo independientemente de su edad, nacionalidad, ideología política o capacidad física o mental, patrimonio, identidad de género, educación, ingresos, inmigración y búsqueda de asilo político, estado civil, origen, raza, religión u orientación sexual.

Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben respetar a las minorías lingüísticas de un país y su derecho a acceder a la información en su propio idioma.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben organizar y presentar el contenido de una manera que permita a un usuario autónomo poder encontrar la información que pueda necesitar. Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben ofrecer su ayuda y apoyo a los usuarios en su búsqueda de información.

Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben ofrecer servicios para aumentar las habilidades de lectura. Deben promover la alfabetización informacional incluyendo la capacidad de identificar, localizar, evaluar, organizar y crear, utilizar y comunicar información. Y promover el uso ético de la información contribuyendo así a eliminar el plagio y otras formas de mal uso de la misma.

Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben respetar la protección de los menores, garantizando a su vez que ello no tenga ningún impacto sobre los derechos de información de los adultos.

 3. PRIVACIDAD, CONFIDENCIALIDAD Y TRANSPARENCIA

Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben respetar la privacidad personal y la protección de aquellos datos personales que por necesidad sean compartidos entre los individuos y las instituciones.

La relación entre la biblioteca y el usuario se basa en la absoluta confidencialidad y los bibliotecarios y otros trabajadores de la información tomarán las medidas apropiadas para garantizar que los datos de los usuarios no se compartan más allá de la transacción original.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben apoyar y participar de la transparencia a fin de que el funcionamiento del gobierno, la administración y las finanzas queden abiertos al escrutinio de la opinión pública. También reconocen que están expuestas a la exención de esa confidencialidad aquellos casos de interés público que por mala conducta, corrupción o crimen, sean requeridos por la autoridad judicial.

 4. ACCESO ABIERTO Y PROPIEDAD INTELECTUAL

Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben proporcionar a los usuarios el mejor acceso posible a la información e ideas por cualquier medio o formato. Esto incluye el apoyo a los principios del acceso abierto (open access), código abierto y licencias abiertas.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información tienen por objeto proporcionar a los usuarios un acceso justo, rápido, económico y eficaz a la información.

Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información tienen el deber profesional de abogar por mantener en sus bibliotecas las excepciones y limitaciones derivadas de las restricciones por copyright y derechos de autor.

Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información son copartícipes de los autores, editores y otros creadores de obras protegidas por copyright. Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información reconocen el derecho de la propiedad intelectual de los autores y otros creadores y tratarán de asegurar que sus derechos sean respetados.

Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben negociar las condiciones más favorables para el acceso a las obras en nombre de sus usuarios y tratar de garantizar que el acceso no se vea impedido o dificultado por la forma de administración de las leyes de propiedad intelectual y que las licencias no anulen las excepciones que para las bibliotecas figuran en la legislación nacional. Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben alentar a los gobiernos a establecer un régimen de propiedad intelectual que respete adecuadamente el equilibrio entre los intereses de los titulares de derechos y las personas e instituciones que los difunden, como las bibliotecas.

Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información también abogan por la limitación en el tiempo de los plazos del copyright y que la información que haya pasado a ser dominio público siga siendo público y gratuito.

 5. NEUTRALIDAD, INTEGRIDAD PERSONAL Y PROFESIONAL

Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información están estrictamente comprometidos a mantener neutralidad y una postura imparcial respecto a la recopilación de la información, su acceso y servicio. Esa neutralidad ha de reflejarse y tener como resultado el mejor equilibrio posible en la colección ofrecida y en el acceso a la misma.

Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben definir y publicar sus políticas de selección, organización, conservación, provisión y difusión de información.

Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben distinguir entre sus convicciones personales y las obligaciones profesionales. Los intereses privados o creencias personales deben quedar relegados a expensas de la neutralidad.

Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información tienen el derecho a la libertad de expresión en el lugar de trabajo, siempre que no vulnere el principio de neutralidad hacia los usuarios.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben luchar contra la corrupción que afecta directamente a la biblioteconomía, como en el abastecimiento y suministro de materiales para la biblioteca, los nombramientos para puestos en la misma y la administración de sus contratos y finanzas.

Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben esforzarse por mantener la excelencia en su profesión, manteniendo y mejorando sus conocimientos y habilidades. Deben intentar alcanzar los más altos estándares de calidad de servicio y con ello promover la buena reputación de la profesión.

 6. RELACIONES CON LOS COLEGAS  Y EMPLEADORES
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben tratarse con justicia y respeto.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben oponerse a la discriminación en cualquier aspecto del empleo por razones de edad, nacionalidad, ideología política o capacidad física o mental, género, estado civil, origen, raza, religión u orientación sexual.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben promover la igualdad en el pago y beneficios para hombres y mujeres que ocupan puestos similares.

Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben compartir sus experiencias profesionales con sus colegas y ayudar y orientar a los nuevos profesionales a participar en la comunidad profesional y desarrollar sus habilidades. Deben contribuir a las actividades de su asociación profesional y participar en investigaciones y publicaciones sobre las distintas cuestiones profesionales.

Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben esforzarse por ganar una reputación y estatus partiendo de la profesionalidad y el comportamiento ético. No deben competir con los colegas usando métodos desleales.

 Preparado por Loida García-Febo, Hustad Anne, Hermann Rösch, Paul Sturges y Amelie Vallotton (FAIFE grupo de trabajo) Aprobado por la Junta de Gobierno de IFLA, agosto 2012. 

Traducido por Jesús Fernández Álvarez (Bibliotecario. Dtor. y coordinador de la revista www.biblioasturias.com)

Pueden acceder al texto original del Código de ética desde estos enlaces:




miércoles, 27 de mayo de 2015

Bibliotecarios Escolares: quien debería representarlos?




La cuestión de la representatividad de los bibliotecarias/os escolares es de una complejidad significativa. Sin conocer en profundidad esta cuestión, estimo que una cosa es ser bibliotecario escolar y otra muy distinta Bibliotecario-docente-escolar.

La pregunta es , quien los debe convencionar un gremio docente Suteba-feb-udocba -etc.;  o   un sindicato bibliotecario? .
Vaya cuestión a dilucidar…porque aquí tenemos uno de los conflictos potenciales más problemáticos para la actividad.
Y ese conflicto denominado técnicamente de encuadramiento sindical, podrá iniciarse el dia que la organización bibliotecaria con personería gremial se decida a plantar en sede administrativa (MTEySS) sus respectivos paritarios….

Y aquí daría comienzo a uno de los litigios mas impredecibles…porque los gremios docentes expresaran sus derechos vinculados al docente –bibliotecario y la entidad representativa de los bibliotecarios deberá aportar elementos de juicio convincentes,  a los efectos de terciar favorablemente en esa disputa.
No será tan reñida, tampoco un trámite, la negociación en tanto el bibliotecario sea un No-Docente, meramente  profesional en su actividad.
De todos modos, cada trabajador implica una cuestión que va mas allá de quien/es lo convencionan y está dado por otros factores más prosaicos.

Empero, creo que esta podría ser una discusión inevitable a futuro.


Para ese cometido se deberán poseer paritarios que estén no solo convencidos de su misión, sino que también podría darse el caso que deban renunciar a sus fueros previos si los tuvieran. Una inevitable acción  apriorística,  para demostrar una identidad con la organización que estará bregando por la representación de sus colegas 

martes, 26 de mayo de 2015

Situación de la Biblioteca Popular Almafuerte: San Justo (Prov de Buenos Aires).



Situación de la Biblioteca Popular Almafuerte de San Justo (Prov de Buenos Aires).
Hola amigos, esta carta se publico el ultimo Domingo en el diario Clarin.Por favor léanla, compartan y muchas gracias a todos.
Esta carta es muy similar a la que escribí en 2007, hace ya casi ocho años, y que Clarín publicó el domingo 29 de julio de ese año. El motivo de aquella misiva es el mismo que tiene ésta, que ustedes están leyendo ahora. 
Se trata del mismo pedido, el mismo reclamo, la misma lucha. Sólo que más de siete años y medio después. En aquel entonces nuestra Biblioteca Popular “Almafuerte”, de la localidad de San Justo, logró gracias a la publicación de la carta y a su repercusión conseguir un nuevo espacio más amplio en el cual estuvo más de seis años. 
Hasta que un día, nuevamente, se pidió el inmueble y hubo que mudarlo todo a un lugar más reducido, en Juan Florio 3624, desde luego también en San Justo. Pero ocurre que en octubre próximo la biblioteca debe abandonar este lugar y corre serio riesgo de desaparecer definitivamente.
Nuestro municipio, como suele decirse, es la “quinta provincia” argentina, el municipio que, según coinciden muchos especialistas, decide la elección provincial. Pero ocurre que nuestro intendente, el señor Fernando Espinoza, que tiene suficiente dinero para financiar su campaña a la gobernación, o cuatro días de corso y Carnaval, como demostró el pasado febrero, no lo tiene para una biblioteca popular de su municipio. 
Dicen a través de la propaganda oficial que “La Matanza avanza”, pero no para la cultura de su gente. Nuestra biblioteca cumplirá el mes próximo 22 años de vida y deseamos de corazón que pueda cumplir 25, 30 y más años también. Con la buena voluntad de nuestras autoridades y del pueblo matancero, sin duda así será. Nuestro reclamo es uno y único. Y alzamos la voz con fuerza: “No nos cierren la biblioteca”. Para quien nos quiera acercar su apoyo, nuestro teléfono es 4482-0661 o al 155-5-013-0948. Muchas gracias.

MARTÍN DOTRO

m14311476@yahoo.com.ar

COMPARTIÓ su PUBLICACIÓN en el grupo Convocatoria a los Bibliotecarios/as.

miércoles, 20 de mayo de 2015

La BIBLIOTECA NACIONAL escenario del ridículo

Cuando  vean el video no se confundan, No era un programa de Tinelli era el salón J. L. Borges, nada menos de nuestra BN, y digo nuestra porque la biblioteca nacional es patrimonio de todos los argentinos,  hoy presa de estos personajes.

Carta abierta es un grupo intelectual…? parecen  un rejuntado de jugadores de bochas festejando alguna guasada de mal y pésimo gusto…

Tras hablar de “manco” e imitar a Scioli, Randazzo culpó a “la impunidad mediática” por su video

El ministro dijo que no se refirió a Scioli y que “si alguno así lo creyó pido disculpas”. E insistió en diferenciarse: “Mis diferencias con Scioli son muy profundas y de índole política”.


sábado, 16 de mayo de 2015

El CENTRO CULTURAL (Néstor Kirchner ) que inaugurará el Gobierno casi triplicó su costo inicial





Había sido presupuestado en $ 926 millones, pero los gastos ya ascienden a$ 2469 millones; además se destinarán $ 164 millones a obras de arte

El próximo lunes 25 de Mayo Cristina Kirchner podrá sentirse la reencarnación de un gran arquitecto egipcio, como alguna vez confesó. Ese día, la Presidenta inaugurará el centro cultural más imponente -y costoso- de América latina, comparable con los más reconocidos del mundo. Se trata del Centro Cultural Néstor Kirchner, un edificio tan monumental que su costo, al día de hoy, casi triplica el presupuesto original: en seis años pasó de 926 a 2469 millones de pesos.

La inauguración parcial de este centro cultural -aún no está terminado- da lugar a la polémica. Emplazado en el antiguo Palacio de Correos, este edificio equivale, en costos, a cuatro hospitales materno infantil de alta complejidad; de hecho, en Santa Cruz se está por construir uno de estas características cuyo presupuesto oficial es de 500 millones de pesos.

Otro ejemplo: una escuela en Buenos Aires cuesta, según datos del programa oficial, entre 11 y 20 millones de pesos, de acuerdo con su tamaño y ubicación. El costo del Centro Cultural Néstor Kirchner equivaldría a construir entre 123 y 224 escuelas en territorio bonaerense.

El Gobierno se muestra orgulloso de su obra. Hasta tal punto que se destinará 811 millones de pesos, sólo este año, para conducir este centro cultural. Poco más de dos millones por día; así consta en el presupuesto nacional 2015. Además, el Ministerio de Planificación volcará otros 164 millones sólo para la compra de obras de arte.
"Será uno de los centros culturales más grandes del mundo, en el que dialogarán todas las artes -exaltó la ministra de Cultura, Teresa Parodi-. Se abre un espacio que será un hito en la historia de la cultura argentina. Será profundamente federal y una ventana al mundo para mostrar todo lo que tenemos en el país y en Latinoamérica. El país y el continente lo están esperando."

Julio De Vido, ministro de Planificación y artífice de la obra, aseguró que el "protagonista fundamental" de este centro cultural "será el pueblo". "Van a poder venir todos los argentinos, sin ningún tipo de distinción de clase. La idea es poner el arte al servicio de la gente", enfatizó.

El Gobierno demuestra diariamente que no está dispuesto a escatimar en gastos para "poner el arte al servicio de la gente".
Además de los millones de pesos que demanda la obra civil del edificio, también se gastan cifras exorbitantes para equiparlo. No es para menos: el centro cultural, con 110.000 metros cuadrados, alojará como espacio central la Gran Sala de Conciertos, bautizada como la Ballena Azul por su forma y el color de las paredes externas.
Se trata de una sala sinfónica con capacidad para 1950 espectadores, que alojará un imponente órgano de viento, de 3500 tubos y 46 registros, diseñado especialmente en Alemania por la firma Klais.

Como coronamiento del espacio central, se montó una estructura vidriada, el Chandelier, que cuelga desde el techo y se convertirá en un museo de arte contemporáneo. También habrá una sala de música de cámara para 600 espectadores; 51 salas de exposición; una cúpula que da la vuelta por todo el diámetro del edificio con terrazas abiertas; tres restaurantes; 16 salas de ensayo; 18 vestíbulos, y 20 camarines.

Pianos, computadoras, arpas...

El Gobierno tampoco ahorra en costos para equipar semejante despliegue cultural. Primero adquirió por contratación directa dos pianos de gran cola Steinway & Sons Hamburgo modelo D-274 y un piano de cola de la misma firma, modelo B-211 con sus respectivas butacas y cobertores. En la resolución respectiva, no figuran los costos, pero, según pudo averiguar LA NACIÓN, un piano de gran cola Steinway & Sons cuesta alrededor de 160.000 dólares, mientras que el segundo modelo rondaría los 56.400 dólares.

Posteriormente, en otras dos contrataciones directas (la 9/2015 y la 2/2015, respectivamente) se adquirieron, además, un fortepiano Anton Walter y dos arpas Lyon & Healy modelo 23 Concert Grand, junto a sus respectivos maleteros y carros para el traslado. Su precio, de acuerdo con la página web de la firma fabricante, es de 33.000 dólares por unidad, según consignó el portal Eliminando Variables. Aquí no termina la compra de instrumentos. En otra contratación directa (la 1/15), el Gobierno adquirió dos pianos Yamaha modelo CFX y una celesta de la misma empresa, modelo 56P. Según figura en la página web de Yamaha, cada piano habría costado 180.000 dólares.

Todas las adquisiciones son de excelencia. Igual que el sistema audiovisual y multimedia que ostentará el centro cultural: para ello se gastarán 437,7 millones de pesos, según se desprende de la licitación pública 2/2015. En otra licitación, todavía abierta, se comprarán 500 tablets con sus correspondientes auriculares y morrales, seguramente para las visitas guiadas al museo.

Pero las compras no terminan aquí. El Gobierno también tiene previsto comprar computadoras para el centro cultural, y no pocas, sino 500 en total, con sus respectivos monitores. Se incluye, además, 30 impresoras blanco y negro y otras diez de color. Así consta en el llamado a licitación pública 5/2015.

Tampoco se escatiman gastos en limpieza ni en vivienda. El primer servicio fue conferido, sugestivamente, a una persona física, Walter Pérez, por casi 240 millones de pesos por dos años (licitación pública 7/14). La seguridad del centro cultural, en tanto, será privada: fue concedida, por licitación pública 3/2014, a la empresa Murata SA, que también suele vigilar edificios, escuelas y viviendas en la Capital, contratada por el gobierno de Mauricio Macri. La concesión, por 24 meses, es por 148 millones de pesos, la oferta más alta.


miércoles, 13 de mayo de 2015

El Vaticano reconoce oficialmente al Estado Palestino



Así se lo nombra en un nuevo tratado. El sábado, el papa Francisco recibirá en Roma al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas

El tratado, finalizado el miércoles pero aún sin firmar, deja en claro que la Santa Sede cambió sus relaciones diplomáticas con la llamada Organización para la Liberación de Palestina (OLP) para dirigirse ahora al "estado de Palestina".
El Vaticano aceptó así la decisión de la Asamblea General de la ONU de 2012 de reconocer el Estado de Palestina. El tratado es además el primer documento legal negociado entre la Santa Sede y el estado de Palestina y constituye un reconocimiento oficial.
El título del texto donde se confirma que se ha alcanzado un acuerdo ha sido claro: Declaración conjunta de la Comisión Bilateral de la Santa Sede y el Estado de Palestina en la conclusión de la Reunión Plenaria (05/13/2015), 13/05/2015

El texto completo es el siguiente:

El 13 de mayo de 2015, la Comisión Bilateral de la Santa Sede y el Estado de Palestina, que está trabajando en un Acuerdo Global que supere al Acuerdo Básico firmado el 15 de febrero de 2000, se reunió en sesión plenaria en el Vaticano para reconocer el trabajo realizado en un nivel informal por el grupo técnico conjunto después de la última reunión oficial celebrada en Ramalah, en el Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado de Palestina el 6 de febrero de 2014.
Las conversaciones fueron presididas por Mons Antoine Camilleri, Subsecretario de Relaciones Exteriores de la Santa Sede, y por el Embajador Rawan Sulaimán, Viceministro de Relaciones Exteriores para Asuntos Multilaterales del Estado de Palestina.
Las discusiones tuvieron lugar en una atmósfera cordial y constructiva. Retomando las cuestiones ya examinadas a nivel informal, la Comisión tomó nota con gran satisfacción de los progresos alcanzados en la elaboración del texto del Acuerdo, que se ocupa de los aspectos esenciales de la vida y actividad de la Iglesia Católica en Palestina.
Ambas partes coincidieron en que la labor de la Comisión sobre el texto del Acuerdo ha sido concluída, y que el acuerdo se presentará a las autoridades respectivas para su aprobación, antes de fijar una fecha futura para su firma definitiva.

"La discusión es el resultado de un acuerdo básico entre la Santa Sede y la OLP, firmado el 15 de febrero de 2000. La relación oficial entre la Santa Sede y la OLP se estableció en 26 de octubre 1994 y luego se hizo una comisión bilateral permanente de trabajo que llevó a la aprobación del acuerdo de 2000 ", explicó Camilleri al diario Observador Romano.

El funcionario vaticano aclaró además que "al igual que todos los acuerdos que firma el Vaticano con varios Estados, éste tiene como objetivo promover la vida y la actividad de la Iglesia Católica y su reconocimiento en el plano jurídico, para proporcionar un servicio más eficaz a la sociedad".

Fuente: http://www.infobae.com/2015/05/13/1728427-el-vaticano-reconoce-oficialmente-al-estado-palestino